martes, 17 de septiembre de 2013

El concierto fue un éxito



  


El concierto fue un éxito. La obra para piano, violín y saxofón compuesta por aquella pálida alumna  levantó de sus butacas a docentes, autoridades, alumnos y demás presentes en la sala. “original” “con mucho ritmo” “clásica y moderna” eran frases que se repetían en el auditorio. Después del concierto vi a muchos acercarse a felicitarla, pero ella parecía inmune a los halagos, sabedora, quizás, que los que se acercaban a darle palmaditas en la espalda  solo buscaban de alguna manera participar en su triunfo. Pero ella solo era una chica con un instrumento, nada más.

 Pude escuchar a un hombre ofrecerle tocar en noseque acto, una manifestación o algo así. Ella rechazo cortésmente la invitación, no se creía mas que nadie y poco podía criticar a quién seguramente contaba con los mismos defectos que ella. Me hubiese gustado acercarme a decirle que no la creía.

 No la creía porque mentía. Las bellas melodías y ritmos que daba a sus obras y a su violín eran grito suave y dulce contra todo lo feo de este mundo. Allí, encima del escenario, se atisbaba otro presente mas amable. Su armonía contrastaba con los gritos desesperados y furiosos de gente encolerizada, con razón o sin ella, que tomaban las calles aquella estación de sangre.

 Uno, con ánimo de hacerse el interesante en una reunión con los colegas, podía arrellanarse en su silla, soltar parsimoniosamente una bocanada de humo de su cigarrillo, decir aquella manida frase de Shakespeare de que el mundo era “ruido y furia” y rematarla con una media sonrisa burlona de suficiencia; pero ella asía la realidad y la coloreaba, la ordenaba en notas cantarinas a lo largo de las líneas de un pentagrama, transformándola en algo que merecía vivir y experimentar. Su música no era para oídos cínicos.

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